La crisis sociopolítica por la que viene atravesando Colombia hace décadas aboca a la psicología a una tarea ingente, a saber: pensar en el papel que juega en medio de estas realidades dadas en el país y en el aporte que ha hecho y podría hacer para su transformación. Partiendo de las propuestas de Ignacio Martín-Baró y Edgar Barrero Cuellar, este artículo intenta reflexionar acerca de la psicología que necesita Colombia, una psicología de la liberación que haga una decidida apuesta por una perspectiva crítica y emancipadora; lo que implica trascender su epistemología autoritaria, construir teoría desde y para la gente y desplegar una praxis transformadora que asuma tres importantes tareas: recuperar la memoria histórica, desideologizar el sentido común y potenciar las virtudes populares.