Asistimos a un nuevo ciclo de violencia y desarraigo promovido por las alianzas entre las corporaciones multinacionales y el estado, mediante las cuales se pretende arrasar con la naturaleza. Comprendemos los problemas ambientales y el cambio climático asociados al modelo extractivista. Por eso, en rechazo a la noción de progreso que se viene imponiendo, pensamos que es necesario cambiar el concepto de desarrollo por los planes de vida. Pensamos que la respuesta a tanta problemática debe ser trabajar por la justicia social, económica y ambiental, caso Oriente Antioqueño, Colombia.