El texto en cuestión posee unas riquezas históricas, en tanto en su primera parte, da cuenta de manera cronológica de la industria hidroeléctrica en el país en especial en Medellín, cuando en 1895 se crea la Compañía Antioqueña de Instalaciones Eléctricas de Medellín, donde se conjugaron capitales públicos y privados. También hace hincapié en las transformaciones sobre el uso de las aguas del municipio desde 1800 hasta 1920. Seguidamente señala las apuestas en pro de la demanda de energía eléctrica que se presentaba en el territorio por lo que comenzaron las construcciones de las hidroeléctricas como Piedras Blancas y las centrales Guadalupe I, Guadalupe II.