En América latina los movimientos antisistémicos presentan algunas peculiaridades respecto al del primer mundo y también diferencias respecto a los análisis que ha producido la sociología de los movimientos sociales. Esas diferencias pueden ser agrupadas en cuatro grandes ejes: las corrientes políticas en que se inspiran los movimientos, sus principales características, las tradiciones que influyen en su conformación para, por último, dar cuenta de qué podemos entender en este continente por movimientos alternativos y antisistémicos.