Promover el ejercicio de reflexión sobre las prácticas de enseñanza, mediante la configuración de una comunidad de aprendizaje en aras de fortalecer el quehacer pedagógico, implica re-significar la comprensión del lenguaje como práctica social, en oposición al lenguaje como proceso mecánico de simple decodificación. En este propósito, se resalta la importancia e incidencia de la formación continua, las comunidades de aprendizaje y el ejercicio de reflexión desde una mirada pedagógica crítica.