La gravedad de los daños causados en San Vicente del Caguán (Amazonía colombiana) demuestra la barbarie con la que las empresas petroleras saquean y violentan la naturaleza y la forma tímida como las instituciones del estado responden, de forma tardía y con sanciones exiguas. Así mismo y a partir de datos socioterritoriales que dan cuenta de las condiciones sociales de la región, se evidencia que éste modelo de ocupación es una apuesta de desarrollo de carácter extensiva y de gran impacto, que para su despliegue necesita de espacios vaciados.