En un contexto del conflicto armado, donde los educadores sindicalizados son asesinados, amenazados o desplazados, existen Experiencias Educativas que nacen de las tensiones y hacen resistencia en los territorios. Experiencias que se caracterizan por emprender un intercambio de saberes que reconocen al otro como igual para generar vínculos entre las instituciones educativas y la comunidad; así, de esta manera, es posible incentivar proyectos de vida para los niños, las niñas y los jóvenes. Se consolidan como procesos comunitarios que crean lazos de confianza, de solidaridad, de respeto y responsabilidad con la vida de todos.