Este artículo examina las reflexiones discursivas de los participantes de un movimiento contracultural en Colombia y su impacto en las prácticas alimentarias. A través de un relato etnográfico, se destacan las condiciones que propician la aparición del hardcore punk, se revelan sus principios filosóficos y se exploran las implicaciones de estos en las elecciones alimentarias. El análisis muestra que algunos miembros de la escena hardcore punk colombiana promueven y adoptan discursos que abogan por el vegetarianismo, se oponen al consumismo y fomentan la conciencia sobre el cambio climático, generando así modos de vida alternativos al sistema convencional.