Las luchas por los derechos tanto de madres como de familiares de los casos de Argentina, Colombia y México demostraron como utilizar el conocimiento que les fue dado como el que producen para mejorar los procesos de resistencia. Las protagonistas de estas luchas por los derechos sufrieron un giro en su vida y pasaron de ser amas de casa a lideres defensoras de los derechos humanos. Se convirtieron en educadoras, comunicadoras no solo de lo sucedido sino de la experiencia propia que ha servido para el proceso de resistencia sino para producir los instrumentos jurídicos y políticos con los que se han llevado a la cárcel a los culpables de los delitos de desaparición, secuestro y en una gran tendencia asesinatos de sus hijos y familiares por parte del Estado.